Ayora, es una población integrada por varios barrios. Uno de ellos se formó porque a mediados del s. XVI, se edificó una ermita –la de Santa Bárbara– en la loma de una pequeña colina aledaña al núcleo primitivo de la villa. La ermita era pequeña y en el año 1640, como crecía la devoción de los vecinos, se le añadieron a su nave dos nuevas arcadas.
La población fue en aumento y las casas se fueron aproximando al monte de la ermita y se edificaron viviendas a su alrededor, construyendo un barrio que siempre se ha conservado, como tradición de su origen histórico.
Aloja en su interior un retablo en el altar mayor, de escayola con hornacina y dos pares de columnas que contienen la imagen de Santa Bárbara.
Tiene una pequeña sacristía y todo el interior está recorrido por el Vía Crucis. Un óleo de la escuela valenciana del s. XVIII, restaurado en el año 1982, representa “La Virgen con Niño”.